A veces es difícil saber cuándo hay un problema con la salud de su gato. Los gatos tolerarán mucho dolor, a menudo ronroneando y acurrucándose para llamar su atención. A veces, su primer indicio de un problema será que su gato se niegue a usar la caja de arena. Es posible que se sorprenda al descubrir que su gatito que antes se portaba bien de repente usa el fregadero o una maceta para su caja de arena. A veces es difícil saber si se siente amenazado o inseguro. Un gato estresado marcará su territorio. Miccionará alrededor de su casa, especialmente si huele a otro gato. La diferencia con una infección del tracto urinario es que puede tener dificultad para orinar y la orina puede estar teñida de sangre. La razón por la que no usará la caja de arena es que llega a asociar el dolor de orinar con la caja de arena y elige orinar en otra parte.
Si su gato de repente comienza a portarse mal, tal vez debería hacer que lo revise su veterinario. Una infección del tracto urinario puede ser muy dolorosa y, si no se trata, puede poner en peligro la vida. Puede desaparecer por sí solo, pero ¿correría ese riesgo con su mascota? Un simple curso de antibióticos puede curarlo en poco tiempo. Puede encontrar tratamientos a base de hierbas si no le gustan los antibióticos. Personalmente, prefiero solucionar el problema lo más rápido posible, así que opto por los antibióticos.
Algunas otras señales a las que debe estar atento son su gato llorando de dolor al orinar, micción frecuente, micción pequeña o nula, sangre en la orina o si deja de usar la caja de arena.
Otro signo es la preparación excesiva de los genitales. Los genitales pueden parecer sensibles e hinchados. Cualquier acicalamiento excesivo en un gato es señal de un problema.
El trastorno del tracto urinario más común para los gatos es la urolitiasis, donde se forman cálculos a partir de una acumulación de cristales en el tracto urinario. En casos severos, esto puede resultar en un bloqueo completo.
Si nota un tinte de sangre en su orina, probablemente tendrá una infección del tracto urinario. Cualquier signo de sangre en la orina de su gato debe ser revisado por un veterinario. Muchos problemas pueden tratarse fácilmente si se detectan a tiempo. Su gato no se quejará de dolor hasta que esté muy angustiado. No dejes que llegue a esta etapa. Controle temprano cualquier signo de malestar o comportamiento inusual.