La historia de patear al gato trata sobre una persona que tiene un mal día y transmite esos sentimientos negativos a los demás. Dice así: Jim está enojado porque el tráfico de la mañana le ha hecho llegar muy tarde al trabajo. Poco después de llegar al trabajo, comienza a gritarle a su asistente sobre un informe que necesita. Alice, la asistente, llama al gerente que no entregó el informe a tiempo. De manera muy contundente, Alice le dice al gerente que le entregue el informe de inmediato. Jack, el gerente, está muy molesto pero cumple. Jack todavía está enojado cuando entra a su casa después del trabajo. Desafortunadamente, el gato desprevenido pasa por la puerta principal justo cuando Jack entra. ¡Patada! * El gato no hizo nada malo, pero se llevó la peor parte del mal día que pasó de Jim a Alice, a Jack y, finalmente, al gato. ¿Por qué?
¿Qué hubiera pasado si hubieras compartido tus sentimientos negativos y no hubieras transmitido tu enojo a otros durante el día? A menudo, cuando alguien está teniendo un mal día, busca compartir la carga. Si hay una preocupación legítima, maneja la situación por todos los medios. Sin embargo, muchas veces estas preocupaciones no son legítimas.
Son simplemente intentos molestos de alguien que intenta llamar la atención, traer drama a la habitación o demostrar que tiene algún poder percibido. Reconoce los sentimientos negativos por lo que son. Si son legítimos, actúa en consecuencia, pero no transmitas los pensamientos negativos a los demás. Si son simplemente intentos de patear al gato, entonces tú debes ser la persona que detenga la negatividad.
Ideas para la implementación
- Observa cuando la gente se enoja y mira cómo manejan esos sentimientos.
- La próxima vez que te enojes por algo, examina tus reacciones.
Preguntas de discusión:
- Piensa en un evento reciente que te molestó. ¿Fue tu respuesta apropiada para el momento o reaccionaste exageradamente?
- ¿Por qué reaccionaste de esa manera?
- ¿Qué harás diferente la próxima vez?